A 60 años del teléfono rojo que unía Washington con Moscú: la línea de comunicación que evitó varias guerras
Uno de los grandes mitos de la guerra fría entre los Estados Unidos y la Unión Soviética es la historia del teléfono rojo para comunicarse inmediatamente en casos de emergencia.
En verdad, tal línea directa existe, pero no es telefónica ni a través de un aparato de color rojo. Un télex es la vía de enlace instantánea entre Washington y Moscú que se encuentra operativa desde 1963 hasta la fecha.
Con el final de la segunda Guerra Mundial en 1945, el mundo quedó dividido en dos, siendo los Estados Unidos y la Unión Soviética los líderes militares de cada facción ganadora como aliados en el conflicto armado que eliminó al nazismo, lo que desató entre ambas potencias una larga historia de enfrentamientos sórdidos y casos de espionaje.
En pocos años comenzó a instalarse el temor de una guerra nuclear. Existía la paranoia instalada de que con solo apretar un botón, una de los potencias podía exterminar a la otra, utilizando el poderoso armamento del que disponían.
En varios momentos se estuvo frente al abismo nuclear. Primero fue la guerra de Corea (1950-1953), luego el levantamiento del muro de Berlín (1961) y finalmente la crisis de los misiles (1962). Este último fue el detonante que impulsó la instalación del denominado teléfono rojo. Porque en aquella oportunidad, la demora en la decodificación de un mensaje pudo haber precipitado un desastre nuclear.
Las relaciones entre los líderes de ambas potencias era tumultuosas y complicadas. John Kennedy y Nikita Kruschev, los presidentes en aquellos años, no tenían fluidez en el diálogo y a menudo daban por terminadas sus conversaciones de modo abrupto. La crisis de los misiles los puso al borde del precipicio y los mensajes cruzados entre la Casa Blanca y el Kremlin se producían con retraso y problemas de entendimiento.
Los expertos en negociación de los Estados Unidos remarcaron la necesidad de tener una vía directa de comunicación en la que no existieran dilaciones ni problemas de interpretación de los mensajes. Así nació el teléfono rojo, que no era otra cosa que una línea de teletipo. No era de color rojo, pero le pusieron así para denominarla en virtud de que se usaría en carácter de urgente ante un peligro inminente.
La primera vez que se utilizó intensivamente el teléfono rojo para solucionar una crisis peligrosa fue en la Guerra de los Seis Días, en 1967. También resultó de enorme utilidad en la guerra entre India y Pakistán, en 1971, y en el conflicto del Yom Kippur, dos años después.
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