Clemente cumple 50 años: la historia detrás del entrañable personaje de Caloi
Un 12 de marzo de 1973 aparecía por primera vez en la contratapa del diario Clarín un personaje que hizo historia en las tiras cómicas argentinas por la identificación que generó: Clemente. Altanero, pícaro, fanfarrón, representa cabalmente la figura del típico porteño, que lo adoptó como uno de sus favoritos.
Este clásico de la historieta, que hoy cumple 50 años, tuvo un nacimiento muy particular, y sorprendió hasta a su propio creador, Carlos Loiseau, cuyo nombre artístico era Caloi. En un principio, el humorista le dio vida a una tira en la que el personaje central iba a ser Bartolo, un melancólico chofer de tranvía. De hecho, el nombre de la historieta, originalmente, era el de este querible maquinista.
Caloi había nacido en Salta, el 9 de noviembre de 1948, pero se crió y vivió en Adrogué, donde falleció el 8 de mayo de 2012. Ya llevaba 7 años incursionando en el rubro del humor gráfico cuando Clarín lo convocó para llevar su ingenio a la contratapa del diario.
Difícil decir qué es Clemente. Se lo describe como un pato, o un pollo. Carece de brazos y su cuerpo tiene rayas verticales (la tira se publicaba en blanco y negro y cuando llegó el color adoptó el negro y amarillo). Su pico, muy parecido al de un ornitorrinco en los comienzos, se fue redondeando hasta su aspecto definitivo, que se transformó en una trompa. Caloi dijo en su momento que “no es exactamente un pájaro, pero puede volar, es un personaje del absurdo que no tiene lugar en la escala zoológica”.
El autor nunca se propuso que Clemente ganara protagonismo en la tira hasta eclipsar a Bartolo, que fue desapareciendo gradualmente. Del nombre original, Bartolo, pasó a llamarse Clemente y Bartolo, y -finalmente- Clemente, a secas. Caloi debió adaptarse a las preferencias del público, que lo había elegido como su favorito.
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