Convento San Bernardo: denuncias por privación ilegítima de la libertad a una monja enferma
El día de ayer allanaron el lugar y continúan las investigaciones.
A lo largo del año, el Convento San Bernardo ha sido noticia en reiteradas ocasiones por la denuncia por violencia de género contra Cargnello y por la información que salió a la luz acerca de las propiedades de la iglesia.
Ahora, la trama se pone aún más complicada con un allanamiento realizado a raíz de una denuncia por privación ilegítima de la libertad a una monja con una enfermedad terminal.
Fue la jueza de Garantías Nº 1, Ada Zunino, quien ordenó el procedimiento luego de la denuncia radicada por los familiares de la presunta víctima. Aseguran que la religiosa en cuestión habría pedido en reiteradas ocasiones abandonar el convento para transitar el cáncer que la aqueja junto a su familia, pero la priora le negó la salida cada vez aun teniendo la correspondiente autorización del vaticano que le exigían; hasta que ayer los bomberos se hicieron presentes con sus escaleras para ingresar por los techos porque no querían permitir el ingreso.
El fiscal Ramiro Ramos Ossorio fue el encargado de mostrarle el requerimiento judicial a la priora y de exigirle la presencia de la religiosa en conflicto para tomarle declaración y confirmar que la mujer quería abandonar el lugar; cuestión a la que se negó rotundamente aduciendo los rígidos impedimentos de los votos de clausura. Finalmente lograron intervenir y, según informó el diario La Nación, la mujer manifestó “Me quiero ir de acá”, ante el grupo que conversó con ella.
Este mismo medio indicó que el texto de la denuncia hace referencia a diferentes tipos de “irregularidades” en el trato y que la monja que dejó el lugar llevaba 31 años de clausura, siendo la motivación de abandonar los hábitos un cáncer y que deseaba tener un contacto más fluido con su familia, así como más facilidades de atención médica.
Mientras tanto, por la puerta de la esquina entraban Maria Livia (la mujer que dice ver y escuchar a la virgen) y su pareja, Carlos Obeid, quien enfrenta actualmente una investigación por irregularidades en su administración de los bienes del convento.
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