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Bettina Romero en Whashington DC y una canción desesperada

La Intendenta de la Ciudad de Salta se encuentra en Washington, Distrito de Columbia, “gestionando en el BID recursos para la ciudad”. La Sede del BID, Banco Interamericano de Desarrollo, BID, se encuentra en 1300 New York Avenue, N.W. Washington, D.C. 20577, USA.

BETTINA ROMERO EN EL CONCEJO DELIBERANTE

La Alcaldesa salteña llegó a la Capital de Estados Unidos y se hizo tomar una foto para las redes sociales dando la espalda al Capitolio americano para sustentar veracidad a su presencia en el Imperio Yanki y luego visitar a una funcionario de tercera línea del BID, Tatiana Gallego.

Bettina Romero y Tatiana Gallego

El berrinche político romerista, no es otra gestión que no se pudiera realizar en Esmeralda 130, Ciudad de Buenos Aires. No obstante ello, Bettina y su séquito planearon este viaje para lograr un impacto político con esperanzas electorales.

¿Con quién se reunió la Alcaldesa de Salta?

Tatiana Gallego Lizón, Jefa de División de Vivienda y Desarrollo Urbano del Sector de Cambio Climático y Desarrollo Sostenible del Banco Interamericano de Desarrollo, quien analiza los proyectos específicos de su área.

Gallego Lizón es escritora y tiene un doctorado y un MEng en Ingeniería Ambiental del Imperial College de Londres y un Posgrado en Estudios Políticos de la Escuela de Estudios Africanos y Orientales.

Si bien es cierto Gallego Lizón es funcionaria del BID y si bien ¡es cierto! que Bettina se reunió con ella, se debe aclarar que en esa Jefatura no se otorgan préstamos a Municipios en forma directa sino por el Directorio del BID con el aval y fianza del Gobierno de la República Argentina.

Este “Per Saltum” romeriano, no va más allá de una gestión de buenas intenciones que, si beneficia a la ciudad, bienvenido sea. Pero el ciudadano salteño habrá de preguntarse “¿cuál es el costo de este viajey quienes acompañaron a Bettina?”

Estos gastos, al mejor estilo del neoliberalismo macrista – menemista, calan hondo en el bolsillo de los contribuyentes agobiados por los impuestos municipales. Y a ello se añade la preocupante situación financiera del municipio y la lamentable gestión bettinista.

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