Sáenz juega al ajedrez. Bettina y Emiliano Durand en los paradores disfrutan
Los paradores de SAETA son los puntos estratégicos de toda campaña política. El plan de la Intendenta Romero, Emiliano Durand, el nuevo magnate de los medios salteños y el dueño de Diario El Tribuno, Senador Juan Carlos Romero, urdieron el proyecto Emiliano Senador 2021 para abrir el camino en dos etapas, 1° que Juan Esteban Romero llegue a la Cámara de Diputados y 2° Bettina Gobernadora de Salta.
El insaciable Senador Juan Carlos Romero, va por todo: la Supremacía del Poder. El plan de la Romerocracia es preservar la Senaduría Nacional para el neoliberal y Jefe del clan. Guillermo Durand Cornejo y Martín Grande, legisladores macristas de pura cepa, juegan a preservar la finca y sus privilegios, uno con su hijo en el Senado Provincial, Emiliano, y el otro, un empresario hecho rico por Romero, asienten estos acuerdos para preservar beneficios económicos.
Jorge Emiliano Durand, abogado, tras la imagen de un “solidario” periodista que se ocupa de los pobres y sufridos ciudadanos de los barrios, sin poner un centavo de su bolsillo, se instaló en los paradores de toda la capital respaldado por un extraño convenio, de fecha 06/12/2018 (Resolución SOP), ratificado por la gestión de Bettina pero que se firmó en la administración de Gustavo Sáenz por pedido de los macristas Guillermo Durand Cornejo y Juan Carlos Romero.
De acuerdo a lo publicado por Salta Transparente, ” el objeto del convenio, es lograr el “recupero y puesta en valor de todos los paradores de la Ciudad de Salta”, respetando el “patrimonio arquitectónico cultural” y la identidad ciudadana, buscando revalorizar el espacio público y de confluir en una “única visual estética, tendiendo a la estandarización de calidad, usando materiales no oxidables o con tratamiento.” (SIC) El leonino acuerdo solo beneficia a Emiliano y su actual candidatura.
El objetivo del Jefe del Clan, Juan Carlos, es abrirle las puertas de la Cámara de Diputados a su hijo Juan Esteban Romero, para darle tranquilidad judicial, fueros y notoriedad política. Además de preparar el camino para que Bettina llegue a Gobernadora, Juan Esteban quiere asegurarse ser el sucesor en la Intendencia. El anhelado Principado de Romero depende, hoy, de Gustavo Sáenz, el gran negociador que, con cartas en la manga, le sigue el juego a Juan Carlos para ganarle la partida.
Sáenz considera a Emiliano Durand un socio temporal, no un aliado real, un juntador votos que puede traccionar electores para su proyecto. Los Durand, padre e hijo, están en su mejor momento y tienen su propio proyecto: el económico y político. El peronismo aquietado por la indiferencia del Gobierno Nacional, logró solamente un fallo federal que lo empodera con el sello del Frente de Todos y el kirchnerismo que aún no logró instalarse en toda la provincia prefirió no presentarse.
El atribulado PJ, en manos de Miguel Ángel Isa, es un hueco donde nada pasa. Los acuerdos van por arriba y el que propone y dispone es Gustavo Ruberto Sáenz Stiro quien sabe “tejer” de corrido y cuenta con su gente, con la de Juan Manuel Urtubey y su millonario asesor Juan Pablo Rodríguez que compite desde las sombras con el dueño de los paradores Emiliano. El Clan Romero, Juan Carlos, Bettina y Juan Esteban juegan fuerte con sus medios y los recursos municipales.
La sociedad no quiere que estos comicios sean la Caja de Pandora, esa tinaja de donde salen todos los males del mundo y de la política. Emiliano copó las calles con el exagerado egocentrismo que priva al resto de los candidatos a presentarse en público. Los pobres ciudadanos usuarios del transporte público ven una sola cara, la cara de la hipocresía de quien desde diciembre de 2018 es el amo y señor de los paradores y los comedores.
El presagio es concreto, la imagen borrosa representa que Emiliano, al igual que su papi Guillermo Durand Cornejo, cuando lleguan SE BORRA. Sáenz por jugar, en silencio, al ajedrez con Bettina, Juan Carlos y Juan Esteban puso a todos sus alfiles en el mismo tablero y el Gambito del Rey o de la Dama le puede fallar. Tampoco el Gobernador acepta que el Romerismo no quiere solo los negocios del Municipio y juega a Jaque Mate porque para el Jefe del Clan hacer tablas es perder la Gobernación para Bettina.
Cuando Sáenz se dio cuenta que la jugada en el PJ, con el desventurado Miguel Ángel Isa tracciona muy pocos electores, los alfiles del Grand Bourg salieron tarde. El Gobernador le había dado demasiados recursos económicos al hijo del perdidoso excandidato a Intendente y actual Senador Provincial, Guillermo Durand Cornejo, Emiliano, quien ya reservó la banca a su lado en el Senado para que el Padre siente a su hijo a la derecha para seguir el camino, contando con el Querubín romerista, Juan Esteban, en Diputados.
El saenzcismo confían en la alquimia de Gustavo pero la tropa a pesar de contar con los pertrechos no supieron analizar que aliarse con el adversario cuando llegaste a la cúspide, no es pactar, es arriesgar demasiado por la cercanía y que el aliado romerista te empuje al vacío. La historia puede repetirse como con el pacto Ribbentrop-Molotov, cuando Josef Stalin prefirió dividir el mundo con Winston Churchill y Franklin Delano Roosevelt.
Pero esto no es Yalta, es Salta. Hay poco para repartir y Juan Carlos Romero no comparte ni reparte nada porque en 2023 quiere todo para Bettina es decir para el Clan Romero.
Lo extraño de esta campaña es que los mejores lugares en los frentes, supuestamente saenzcistas, los ocupan sus potenciales adversario o enemigos que cuentan con todo el aparato mediático y los recursos municipales: ellos son Emiliano Durand, Juan Esteban Romero y Ángel Causarano. Los demás que compitan en el palo enjabonado.
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