“Compañeros y Compañeras, murió El Canalla…”
Murió el canalla. El más canalla de todos. El que inauguró la época del cinismo, del desprecio por la palabra empeñada, de la impunidad, el manoseo, la manipulación y el descaro.
Murió el canalla. El que hizo campaña con patillas de caudillo federal, para entregarnos después, al poder oligárquico y financiero, al imperio del norte, a los dueños del mundo y lo hizo sin reparos.
Murió el canalla. El que rifó los bienes públicos, para mantener la falsa paridad 1 a 1, que permitió aire a las clases populares vilipendiadas por la hiper que le hicieron a Alfonsín que son los mismos grupos que llevaron a este mamarracho a la presidencia.
Murió el canalla. El que un primero de mayo anunció la flexibilización laboral y convirtió a los derechos sociales que Perón ha establecido, en un lejano recuerdo.
Murió el canalla. El que se abrazó con Rojas, el asesino de sus propios compañeros, el lugarteniente de Aramburu, gestores de la Revolución Libertadora que derrocó al peronismo en 1955.
Murió el canalla. El que indultó a los genocidas. El que enchastró la poca justicia que había hasta convertirla en una cloaca que aún derrama sus efluvios.
Murió el canalla. El que completó el plan económico de la dictadura, ya sin centros clandestinos ni secuestros, sino con la ayuda de los medios. Murió el canalla que siguió con el plan económico de Alfredo Martínez de Hoz
El que decretó la fusión de clarín y canal 13, a 24 hs de asumir para beneficiar a Héctor Magnetto y propició el inicio de la corporación mediática más infame que haya existido jamás en la región: GRUPO CLARÍN.
Murió el canalla. El que voló un pueblo entero para esconder el tráfico de armas a Ecuador. El que convirtió escuelas en shoppings. El que trajo la pizza con champagne, y con ese menú, los valores más vulgares, violentos y rapaces.
Murió el canalla. El que se decía peronista, mientras era aplaudido por la Sociedad Rural, festejado por la UCD, y abrazado por todos los poderes fácticos que se pusieron al servicio del lavado de su imagen, para poder seguir haciendo negocios a costa del pueblo.
Murió el canalla. El sujeto más ignorante, payaso e infame, que las horas y horas de tabloides comprados, convirtieron en un ícono de macho insoportable.
Murió el canalla. El que despreció la historia de la Resistencia Peronista, de los compañeros muertos, los desaparecidos.
Murió el canalla cipayo.
Esperemos que los peronistas que miden el nivel de peronismo en su sangre y distingan a los no peronistas, sepan despedirlo como lo que fue y que no nos vengan a explicar que ese engendro de vileza humana, fue alguna vez un compañero.”
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