Miguel Ángel Isa, el “Gladiador” del peronismo, aspira a ser Presidente del PJ Salta pero Sáenz tiene el sello.
Miguel Ángel Isa, desde la partida de su hermano Daniel, deambuló por los insondables caminos de su supervivencia política. Gladiador y Alquimista de la política salteña, hizo posible que Cristina Fiore, antiperonista y Presidenta del intervenido Partido Renovador llegue al Senado de la Nación.
El peronismo militante no le perdona a Isa la osadía de haber mandado a Fiore al Senador Nacional. Fue un servil seguidor de Juan Carlos Romero, representante del neoliberalismo salteño y para cumplir su sueño de ser Intendente de Salta por tres periodos se puso al servicio de la cholocracia.
De pobre migrante de la Colonia Santa Rosa a multimillonario residente del Country Valle Escondido, donde se guarecen los millonarios políticos sospechados de corrupción, el exintendente de Salta asoma nuevamente a la vida como candidato a la Presidencia del PJ.
Isa pasó de vivir en un inquilinato de la calle Mendoza al 450 y de tener un Peugeot 504 con caño de escape atado con alambres a ser un próspero ciudadano de la rica burguesía política salteña, haciendo una breve escala en una propiedad destacable en Avda, Belgrano frente al Ministerio de Acción Social.
Hoy, la vida le sonríe de nuevo. Quiere ser Concejal y Presidente de PJ salteño, una extraña fórmula del querer en la política parece “iluminar” su camino. Bajo la férula del oligarca dirigente sin destino, Juan Manuel Urtubey, se mantuvo a su y llegó a la Vicegobernación.
Se mantuvo “opiparamente” en el banquete del PJ disfrutando del peronismo sui generis de Salta. Regaló cargos a los opositores y tranzó con el diablo si era necesario pero su preferencia fueron los extrapartidarios y si eran de otra provincia ¡mejor!.
El hombre más leal a ISA fue Eduardo Cattaneo a quien, ante la estocada del escándalo del eterno y multimillonario operador mediático Juan Pablo Rodríguez, Miguel Isa lo dejó en la estacada al expresidente de la desaparecida Cooperadora Asistencial con los cargos de una presunta e improbada corrupción.
La política de Salta es el fiel reflejo del Elogio de la Traición de Denis Jeambar e Yves Roucaute. Pero este es otro tiempo histórico. Hay un peronismok subyacente que viene por todo. Juampi Rodríguez, siempre listo, permanece en su guarida de Buenos Aires a la orden de Sáenz.
El PJ es hoy un terreno fangoso donde los dirigentes peronistas o seudo peronistas deben “enfrentarse”, como los chanchos en el barro, porque siempre comparten la triquinosis de sus historias y fraudes en el partido peronista de Salta.
Gustavo Sáenz, con el sello del PJ en sus manos, mantiene su mirada de soslayo ante las apetencias del Turco Gladiador, su amigo y exsocio. Lo cierto es que comienza una “nueva” historia, aunque los protagonistas son los mismos sin que ellos adviertan que una foto con Alberto, en Salta, cotiza menos que con CFK.
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