Intendenta Bettina Romero aumentó 45% los impuestos. Salta, la ciudad lunar de los baches porque “no hay maleza que por mal no venga”
La Alcaldeza Macrista, Bettina Titi Romero Marcuzzi de Lávaque, entiende que recibió de Gustavo Sáenz un Municipio sin inventario de baches y anticipó además “no hay para pavimentar, solo ripio para nivelar”.
En marzo, los medios recién se hicieron eco de los reclamos de los vecinos por el estado de las calles de la ciudad.
La conflictiva Intendenta macrista teje redes políticas con Antonio Marocco, vicegobernador de la provincia, quien bajo el lema Sáenz – Marocco Conducción convocó a un Congreso extra partidario del PJ en el Centro Policial Sargento Suárez.
La inmediata reacción del exconcejal PJ Guillermo Capellán en las redes sociales que advirtió “para el Saenzcismo Peronista hay un solo Conductor, Gustavo Ruberto Sáenz”.
A través de su radio, El Guille, fustigó a Marocco “un cuerpo con dos cabezas es un monstruo” y el “congreso” pasó a baraja.
La Titi, alcaldeza del macrismo en Salta, pese a la inercia de gestión de obras, como el bacheo, no puede, hasta ahora, reconstruir el “bache” más grande que tiene: su relación con el Gobernador.
La crítica es generalizada, “Bettina no hace nada”. La justificación es sencilla y pueril: “el clima no ayuda” – “no hay recursos” – “Sáenz dejo la ciudad hecho un desastre”. Nadie desconoce que sin venir o hacer pié en el PJ no se llega a la Gobernación.
Urtubey supo traicionar al romerismo y el PJ finalmente lo hizo presidente del partido. El caso de Sáenz es diametralmente opuesto, siempre estuvo en el PJ y fue el propio PJ (Urtubey – Godoy) que le negó las Internas para ser Intendente en 2015.
Bettina Romero tiene su propia Alquimia para “desterrar” a Sáenz de la política y del Grand Bourg aunque, al parecer, la fórmula no dio resultados. “La Titi es como Juan Manuel (Urtubey)” comentan los empleados del Municipio y los gremios “es puro bla bla y no hace nada”.
El bonito discurso que pronunció el primero de marzo en la apertura de sesiones fue solo una entelequia de una administración que solo ella puede idealizar o imaginar ya que las malezas y los baches no la dejan ver su realidad.
“Trabajamos codo a codo” con Sáenz pasa ser solo una metáfora que sustituye una frase más popular, porque al parecer Bettina Romero anda a los codazos sin encontrar los codos del Gobernador.
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