Bettina Romero tiene el 62% de imagen negativa, 21% positiva y 17% no opina. La Alcaldeza Macrista intenta justificar su ineficacia política enfrentando al Gobernador Sáenz
A poco de cumplir su segundo mes de gestión, Titi Romero, como le dicen sus íntimos, aún no logra apuntalar sus “acciones” de Gobierno. Sus mensajes ambiguos e inconsistentes respecto de los agentes de la Cooperadora Asistencial, el ajuste impositivo y su plástica sonrisa desdibujaron su proyección política.
Su ataque a programas de capacitación social como “Preparatoria del Pueblo – Los Emprendedores – Salta”, desalojándolos de los Centros de Integración Comunitaria para imponer a FUNDARA y Roberto Romero, las ONG de su pertenencia familiar, como únicas “capacitadoras”, produjeron efectos muy negativos para el Gobierno Bettinista.
La eliminación de las 2.000 BECAS ESTUDIATILES que otorgaba el Gobierno del exintendente Gustavo Sáenz, los ajustes impositivos y la soberbia de los funcionarios que acompañan a la Intendenta Romero deterioran aceleradamente su imagen y sus planes políticos a futuro.
La Intendenta de los capitalinos es solo la imagen de los carteles de propaganda electoral que aún penden de los postes de luz. No quiso ser menos que el Gobernador, personaje del año a nivel nacional y se hizo ungir como el “personaje del año” en la Capital. Esta competencia unilateral e inaudita la ponen en el papel de competidora pero para nada competente.
Sus actitudes son el efecto innegable de su ideología y pertenencia familiar. Patricia Bullrich, ahora Presidenta del Partido Macrista PRO, apoyó a la Fundación FUNDARA afirmando que era un “bunker más del Gobierno Macrista”. Los que piensan igual, para actuar y gobernar, se juntan y la imagen que presentamos lo dice todo.
La Alcaldeza salteña no podía aceptar que Gustavo Sáenz fuera el Personaje del Año de la Revista Gente a nivel nacional. Titi, con el montaje mediático de su Fundación, se hizo “designar” personaje de la historia de Salta sin haber comenzado su gestión. El egocentrismo la conduce a una confrontación de protagonismo con quien la llevó en su lista para Intendenta, el actual Gobernador de Salta. Para Bettina Romero NADA ES SUFICIENTE.
Bettina Romero no toleró tanto desatino de la Revista Gente y de inmediato se organizó una operación de medios que la ungieran a ella como el personaje de la historia política de Salta así lo dicen sus gigantescos panfletos de propaganda distribuidos por toda la ciudad que nada habrán de influir en la imagen que hoy tiene por sus acciones de Gobierno.
Lo cierto es que Bettina Romero le imprime, día a día, el sello personal a su gestion: mucha soberbia, poca calidad comunicacional con la sociedad e inercia de gestión. Este combo poco ideal para gobernar le da a la Intendenta salteña una imagen negativa del 62%, 21% positiva y el 17% prefiere no opinar.
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