Total fracaso de la “ley de pirotecnia sonora cero” en los festejos de Año Nuevo en Salta
Llegado el último día del año que se fue, en muchos hogares estallaron los cohetes en sus distintas potencias, lo que generó quejas y repudio de los que habían entendidos muchas personas y también los animalitos no serían molestados por los estallidos pirotécnicos. Lo preocupante fue que tanto el gobierno provincial y la Municipalidad hayan hecho la vista gorda a esta ley. En el interior, la cosa no fue distinta.
Evidentemente, la cercanía electoral comenzó a afectar las decisiones fundamentales de autoridad, tanto en la Municipalidad capitalina a cargo de Bettina Romero, como en el gobierno de Gustavo Sáenz en la provincia. Es que los dos están autopostulados para ser reelectos en las elecciones adelantadas para el próximo de mayo en la provincia. Y les está pesando aplicar el rigor que dictan las normas. De otra forma no se explica la falta de cumplimiento de una ley que fue promulgada por el gobierno provincial el pasado 11 de octubre y que fue tan esperada por organizaciones protectoras de animales y también por la asociación TEA que pedía lo mismo para evitarle trastornos o sufrimientos a las personas con autismo.
Es más, distintas organizaciones le han reclamado a la Municipalidad capitalina que controle la venta de cohetes en negocios específicos porque tanto en días previos a Nochebuena como también al 31 de diciembre, observaron que la venta de cohetes era prácticamente libre en estos negocios muy conocidos por los salteños.
El 31 en horas tempranas una organización recurrió al escrache de un negocio que estaba vendiendo pirotecnia prohibida, y en vez de enviar inspectores a decomisar la mercadería, enviaron policías a proteger la venta. Y eso que la secretaria de Seguridad, la abogada Frida Fonseca Lardies, había prometida que “en esta ocasión no ocurriría” lo mismo que la noche del 24 e incluso amenazó con mandar a detener a aquellos que osaran reventar cohetes explosivos. Nada de eso ocurrió.
La ley impulsada desde la Cámara de Diputados con el N° 8.340 establece “la prohibición de la pirotecnia con efectos sonoros en todo el territorio provincial”. Surgió a pedido de organizaciones y familiares de personas con autismo, proteccionistas de animales, veteranos de Malvinas, a tono con lo que estaba ocurriendo en otras provincias del país. Sancionada en mayo de 2022, no sólo prohíbe el “uso de todo elemento de pirotecnia con efectos audibles o sonoros en la provincia”, sino también la “tenencia, comercialización, manipulación, fabricación, acopio, exhibición y expendio” del material mencionado. Por eso la organización que realizó el escrache reclamó que la aplicación de esta ley en todo sentido.
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